Venus es el segundo
planeta del
Sistema Solar en orden de distancia desde el
Sol, y el tercero en cuanto a tamaño, de menor a mayor. Recibe su nombre en honor a
Venus, la diosa
romana del amor. Se trata de un planeta de tipo rocoso y terrestre, llamado con frecuencia el planeta hermano de la
Tierra, ya que ambos son similares en cuanto a tamaño,
masa y composición, aunque totalmente diferentes en cuestiones térmicas y atmosféricas. La
órbita de Venus es una elipse con una excentricidad de menos del 1%, formando la órbita más circular de todos los planetas; apenas supera la de
Neptuno. Su presión atmosférica es 94 veces superior a la terrestre; es por tanto la mayor presión atmosférica de todos los planetas rocosos. A pesar de no estar más cerca del sol que
Mercurio, Venus posee la atmósfera más caliente, pues esta
atrapa mucho más calor del sol, debido a que está compuesta principalmente por gases invernadero, como el dióxido de carbono. Este planeta además posee el día más largo del sistema solar: 243 días terrestres, y su movimiento es retrógrado, es decir, gira en el sentido de las manecillas del reloj, contrario al movimiento de los otros planetas. Por ello, en un
día venusiano el sol
sale por el oeste y se oculta por el este.
Al encontrarse Venus más cercano al Sol que la Tierra, siempre se puede encontrar, aproximadamente, en la misma dirección del Sol (su mayor
elongación es de 47,8°), por lo que desde la Tierra se puede ver sólo unas cuantas horas antes del
orto, en unos meses del año, o después del
ocaso, en el resto del año. A pesar de ello, cuando Venus es más brillante, puede ser visto durante el día, siendo uno de los tres únicos
cuerpos celestes que pueden ser vistos de día a simple vista, además de la Luna y el Sol. Venus es normalmente conocido como la estrella de la mañana (
Lucero del Alba) o la estrella de la tarde (
Lucero Vespertino) y, cuando es visible en el cielo nocturno, es el segundo objeto más brillante del
firmamento, tras la Luna.
Por este motivo, Venus debió ser ya conocido desde los tiempos
prehistóricos. Sus movimientos en el cielo eran conocidos por la mayoría de las antiguas civilizaciones, adquiriendo importancia en casi todas las interpretaciones astrológicas del movimiento planetario. En particular, la civilización
maya elaboró un
calendario religioso basado en los ciclos astronómicos, incluyendo los ciclos de Venus. El símbolo del planeta Venus es una representación estilizada del espejo de la diosa Venus: un círculo con una pequeña cruz debajo, utilizado también hoy para denotar el sexo femenino.
Los adjetivos
venusiano-a,
venusino-a y
venéreo-a (poéticamente) son usados para denotar las características habitualmente atribuidas a Venus-Afrodita. El adjetivo
venéreo suele asociarse a las
enfermedades de transmisión sexual. Es junto a la
Tierra (diosa
Gea de la antigüedad) el único planeta del Sistema Solar con nombre femenino, aparte de dos de los
planetas enanos,
Ceres y
Eris.